Un flamenco de una especie amenazada fue rescatado y liberado en un bañado de la provincia
Por el costado de la ruta provincial que une las ciudades de Sumampa y Los Telares, al sur de la provincia de Santiago del Estero, caminaba un solitario flamenco, un ave que con su plumaje de color rosado intenso parecía una flor en el entorno de verdes del monte y la densa neblina que había ese día.
Fabio Fazzio (35) y Sebastián Madrid (13) lo vieron y comprobaron que estaba herido. No dudaron un minuto y lo llevaron a su casa para curarlo, para luego de unas horas recorrer unos 52 kilómetros para soltarlo en los bañados del río Utis, al sur de la provincia.
«Era algo insólito ver un flamenco en nuestro pueblo», dijo a Télam Fabio Fazzio y agregó: «Nunca antes lo habíamos visto. Para nosotros fue una hermosa experiencia y nunca la olvidaremos».
Fabio y Sebastián viven en la localidad de Ramírez de Velazco, un pueblo pequeño deldepartamento Quebrachos, donde todos los vecinos se sorprendieron cuando llegaron a su casa con el ave para curarla.
«Fue toda una revolución, venían los vecinos y sacaban fotos», comentó Fabio y señaló: «Todos pensaban como nosotros, que debíamos curarlo y luego liberarlo».
«Todos los vecinos estaban contentos que íbamos a llevarlo a su hábitat natural» y por eso «fuimos en auto hasta el río Utis para dejarlo; y ahí, a unos 300 metros de donde lo dejamos, había más flamencos y otras aves, así que ojalá se haya juntado con ese grupo».
«Cuando sintió el agua en sus patas, alzó sus alas y nosotros nos emocionamos al verlo, era tan hermoso», relató el joven de Ramírez de Velazco.»Dios quiera que se recupere bien y después pueda volar para emigrar a otros lados, como hacen todos los años y que después vuelven a estos bañados del río Utis», fue el anhelo de Fabio y Sebastián.
Al relatar cómo lo encontraron en la ruta, comentaron a Télam que «al verlo, nos acercamos y vimos que estaba un poquito herido en el pecho y en una ala, por lo que pensamos que cuando estaba volando chocó con un cable de alta tensión que hay en la zona».
«Lo encontramos a eso de las 10 y desde temprano hubo mucha niebla, no se veía nada, capaz que por eso no vio los cables y chocó», estimó Fabio.»El flamenco hacía el intento por volar, pero no podía, por eso lo llevamos a nuestra casa para curarlo y después a la tarde lo llevamos a su hábitat natural», expresó.»Todo lo que hicimos fue de corazón, y lo correcto era llevarlo junto a sus pares al río», dijo emocionado Fabio.
La opinión de un experto
En este sentido, el biólogo Javier Lima, director de la carrera de Licenciatura en Ecología y Conservación del Ambiente de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), especificó a Télam que esta especie de flamenco recuperada y luego liberada por Fabio y Sebastián se trata de la conocida como Parina Grande (Phoenicopterus andinus) o Andina, la cual «está prácticamente amenazada».
«Estas aves requieren la protección humana, por lo tanto es recomendable que no se la moleste, ni se las cace», dijo Lima, por lo cual calificó como «muy importante el trabajo que llevaron a cabo las personas que lograron rescatar a este ejemplar para poder acondicionarlo, cuidarlo y liberarlo en los ambientes naturales para que puedan seguir con su vida».
«La conservación de estas especies es muy importante, porque las dos especies que tenemos en la provincia tienen algún grado de vulnerabilidad en cuanto a su estado de conservación, una de ellas es el Flamenco Austral, considerado en condición de vulnerable y la Parina Grande, que está prácticamente amenazada», señaló.
A la vez, añadió que «son especies que requieren de una actividad de conservación por parte de los seres humanos, de protección, de cuidado, sobre todo de los hábitat en donde ellos se nidifican y alimentan».
Lima sentenció que «la caza de esta especie está prohibida» y, como «son muy específicas en cuanto a los requerimientos de ambientes que necesitan, son necesarias las medidas de protección y de cuidado».
Explicó además que los dos tipos de flamencos que habitan Santiago del Estero, forman parte de las 387 especies de aves que actualmente tiene la provincia, según las últimas investigaciones realizadas.
Precisamente Lima, junto a otros investigadores de las provincias de Tucumán y Córdoba, como Oscar Coria, Oscar Quiroga, José Navarro, Javier Heredia y Ricardo Torres, publicaron este mes una investigación de la diversidad de aves en Santiago del Estero para actualizar la lista, oportunidad en que evaluaron la residencia, distribución, y el estado de conservación de las especies.
«La lista consiste de 387 especies de aves (26 órdenes y 61 familias), con 51 especies nuevas en referencia a la lista de 1991. Fueron determinadas 188 especies residentes, 64 migrantes estivales, 18 migrantes invernales, 2 migrantes de paso y 57 ocasionales», según precisó Lima.
Agregó que los estados de conservación evidenciaron 1 especie en peligro crítico, 4 en peligro, 7 amenazadas, 21 vulnerables, 348 no amenazadas y 1 insuficientemente conocida.
Un ave «muy interesante y vistosa» para potenciar el turismo
Los bañados del río Dulce y toda la zona de Mar Chiquita, en Santiago del Estero, son los lugares elegidos por la mayor población de los flamencos, unas aves que son admiradas por su color rosado radiante. Se trata de una especie que desde el punto de vista turístico «es muy carismática e interesante, puesto que es muy vistosa», remarcó a Télam el biólogo Javier Lima, director de la carrera de Licenciatura en Ecología y Conservación del Ambiente de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE),
«Su tamaño es importante ya que pueden llegar a 1 metro y medio de alto y su color rosado imponente las hace destacar en el ambiente, haciendo atractivo el avistaje de flamencos como una actividad turística, como sucede en la laguna de Mar Chiquita, en el límte con Córdoba», consideró el biólogo santiagueño.
Lima explicó que su color rosado se debe principalmente al alimento que consumen: «hay un organismo crustáceo microscópico prácticamente de unos pocos milímetros, que se llama lartemia salina, que es muy abundante en lagunas saladas y por eso son lugares que ellos prefieren como hábitat», indicó. «Se alimentan principalmente de este crustáceo, que es el que le da ese color rosado tan intenso que tienen estos flamencos», dijo y añadió que «la coloración varía entre los pichones, que son más grisáceos, y los adultos, que tienen su color rosado característico».
«Esta especie tiene un pico muy particular, que tiene un doblez importante porque ellos colocan la primera parte del pico sobre el agua, lo abren y cierran y, con eso, remueven el barro del fondo», explicó Lima. De hecho, el pico funciona como un filtro ya que tiene como unos pequeños dientecillos que filtran el agua, por lo tanto al cerrar la boca, el agua sale y quedan dentro todas las pequeñas partículas y animalitos que son la base de su alimento.
El especialista santiagueño comentó que estas aves prefieren nidificar en hábitat tranquilos, alejados de las actividades humanas, por eso eligen las lagunas altoandinas y Mar Chiquita, en las cuales «con el mismo barro de fondo, realizan una forma de cono, en donde ponen un huevo o dos, como mucho, para empollar por cada temporada de cría». En ese sentido resaltó la importancia de que «recientemente la laguna de Mar Chiquita haya sido protegida dentro del parque nacional», porque de esa manera «se va a conservar una de las colonias de nidificación más grandes que tiene nuestro país».
Aunque por lo general los flamencos prefieren aguas salinas o salobres, también están en aguas dulces, en donde «el río genera poca profundidad, y puedan caminar y buscar la comida. Para alimentarse sumergen su pico y van filtrando los organismos que están en la primera capa de barro o fondo», dice Lima.
Los flamencos y Santiago del Estero
El titular de Fauna de Santiago del Estero, Jorge Goles, detalla que en la provincia «tenemos dos especies, la más común es la de Flamenco Austral, que se distribuye por toda Argentina y otra subespecie que es la Flamenco Andino, que viene desde la Puna.
El área de distribución son principalmente los bañados del río Dulce, el sur de Mar Chiquita y las Salinas de Ambargasta en Choya y Ojo de Agua, en este último es donde, por lo general anidan. Pero no solo están en el sur de la provincia, sino también en el Embalse de Río Hondo, en las lagunas saladas de Huyamampa en el departamento Jiménez y en los bañados de Figueroa».
«El flamenco Austral prácticamente vive todo el año en la provincia mientras que el Andino viene por lo general en abril y migra a partir de octubre»