En Central Córdoba apareció la contundencia
Así es el fútbol. En Rosario se generaron muchas chances, no se pudo convertir y tuvo que volver con las manos vacías. Contra Arsenal se encontró con dos goles rápidos y después demostró una efectividad que no suele verse muy a menudo. Así es Central Córdoba que, con esta goleada 5 a 0, escaló en las dos tablas.
En los 20 minutos iniciales los dos demostraron porque están en los últimos lugares. No pasó nada. Hasta que Milton convirtió el penal y Ribas, que jugó de arranque ante una molestia de Riaño, le metiera un mazazo a las ilusiones de la visita. De ahí en más no fue partido. Arsenal desnudó todas sus limitaciones y el Ferroviario, con la comodidad del resultado, manejo los tiempos a su antojo.
Melano, que se comió un gol increíble ante Newell’s, tuvo revancha y el 3 a 0 liquidó el pleito demasiado temprano. Soraire, con su incansable trajinar, era el eje de un equipo que nunca había jugado tan liberado. El conjunto del Viaducto sólo complicó con alguna pelota parada, aprovechando la buena estatura de sus players, pero estaban totalmente desmoralizados.
Daba la sensación que todos los jugadores de Central querían su gol en el complemento, pero Giménez y Ribas demostraron porque tienen un olfato especial en el área contraria. Un 5 a 0 que se transforma en una de las mayores goleadas del Ferroviario en su historia en Primera División. Además, defensivamente el equipo cumplió su tarea: terminar con el arco en 0. Penosamente no se celebró el triunfo con total entusiasmo por el golpazo que recibió Rigamonti en el final.
Indudablemente el equipo remontó en las últimas fechas y es mas regular en su juego; salvo excepciones, siempre juegan los mismos, y los resultados positivos inyectaron confianza al plantel. Quedan dos partidos durísimos para terminar de manera mas decorosa el torneo. Unión de Santa Fe, que viene en alza y aspira llegar a la Sudamericana, y Boca Juniors en La Bombonera son las próximas paradas. Interesantes pruebas para un equipo que, hoy por hoy, está con la flecha para arriba.
Por el Gringo Ceballos