Internacional

El príncipe Harry y Megan Markle ya son marido y mujer

La ceremonia arrancó a las 8. Tras el enlace, los recién casados pasearán en carroza por la ciudad de Windsor. Más de 100.000 personas llegaron a la pequeña localidad al oeste de Londres.

Miles y miles de personas llegaron a la ciudad inglesa de Windsor este sábado para vivir en persona la boda del príncipe Harry y la estadounidense Meghan Markle. Los futuros duques de Sussex se casaron este sábado rodeados de celebridades y admiradores.

Horas antes de la boda, la reina Isabel II de Inglaterra nombró a Harry duque de Sussex, conde de Dumbarton y barón de Kilkeel, respectivamente, un título nobiliario inglés, escocés y norirlandés, como manda la tradición. La actriz ostentará los mismos títulos en cuanto se case.

La ceremonia comenzó a las 12 (8 en la Argentina) y esta previsto que dure aproximadamente una hora. Después de dar el sí, los recién casados darán un paseo en carroza por Windsor, la pequeña localidad a una hora al oeste de Londres a la que llegaron unas 100.000 personas, más de tres veces su población.

Al final del paseo, de una media hora, caerá el telón y empezará la parte privada de la boda, con un almuerzo ofrecido por la abuela del novio, la reina Isabel II, en el castillo de Windsor y una fiesta de noche en la mansión Frogmore, gentileza del padre del novio, el príncipe Carlos de Gales.

Meghan Markle decidió entrar sola a la capilla San Jorge y luego, a mitad de camino, se encontró con el princípe Carlos que la acompañó al altar debido a la ausencia de su padre, Thomas Markle, por razones de salud y tras conocerse que se había prestado a escenificar unas fotos para unos paparazzi, un pecado capital desde que Diana de Gales murió perseguida por unos fotógrafos en París.

Tampoco fueron invitados sus dos hermanastros, que no ahorraron bilis contra la novia, y la única presencia notoria de su familia fue la de su madre Doria Ragland, con la que pasó su última noche de soltera y con la que llegó en auto hasta la iglesia.

La ceremonia se ajustó a las tradiciones de la Iglesia de Inglaterra, con algún toque diferente, como el coro de gospel que cantó «Stand By Me», y el sermón de un pastor estadounidense que promete ser más enérgico que lo habitual por estos lares.

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra tomará los votos de la pareja, a los que describió como «muy sencillos» y «humildes».

Atrás quedaron los tiempos en que una divorciada estadounidense -Wallis Simpson, cuya boda con Eduardo VIII le obligó a abdicar en 1936 después de un breve reinado de 11 meses- podía hacer temblar los cimientos de una institución que presidió la vida del país desdehace siglos, con una breve interrupción en el siglo XVII.

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